Detonar el turismo en la zona volcánica: Rochín
Se rehabilita la torre sepultada por la lava del Parhíkutin.
Planes para construir un camino entre San Juan y Cheranguerán
INFOMANIA/ URUAPAN, MICH./ MAR-20-DIC-2022/ Aunque el propósito era convivir con los comunicadores uruapenses, la charla devino en diversas entrevistas en las que Jesús Espinoza Rochín, presidente de Nuevo Parangaricutiro informó de algunos proyectos importantes que se harán en este municipo colindante con la Perla del Cupatitzio.
Tras el nacimiento del volcán más joven de México, el Parhíkutin, en febrero de 1943, en los límites de los municipios de Nuevo Parangaricutiro y Uruapan, cuya lava sepultó parcialmente la iglesia del Señor de los Milagros, dicha zona volcánica, se ha convertido en un centro turístico.
Sin embargo, a más de 79 años, la torre ha sido vandalizada con grafitis y dañada por un rayo; el lugar, está siendo rehabilitado por primera ocasión en la historia, según lo dio a conocer el alcalde de Nuevo Parangaricutiro, Jesús Espinoza Rochín.
En entrevista, durante una reunión con periodistas, comunicólogos y algunos “colados”, el alcalde manifestó que se ha contado con el asesoramiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), al ser considerado un monumento histórico.
Personal del municipio de Nuevo Parangaricutiro y recursos propios, se llevan a cabo los trabajos de restauración, dijo Espinoza Rochín, ya que se pretende que esta zona volcánica, sea un detonante turístico natural, con historia y cultura, así como la calidez de los sanjuanenses.
También, con la Secretaría de Turismo estatal, el Ayuntamiento de Nuevo Parangaricutiro, proyectan la colocación de rampas de acrílico, para poder acceder desde la orilla de la lava, hasta donde se ubica la torre semi sepultada, para facilitar el acceso de los visitantes, principalmente para discapacitados y adultos mayores.
En dicho lugar, se asentaba la población de Parangaricutiro, también conocido como San Juan de las Colchas, que fue sepultado por un mar de lava negra, tras la erupción del volcán Parhíkutin y cuyos pobladores emigraron a lo que ahora es, Nuevo Parangaricutiro y San Salvador Kumbutzio, junto a la estación del tren de Caltzontzin.