INFOMANIA/ MORELIA, MICH./ SAB-06-JUN-2020/ La conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, debe orientarse no a una celebración simplista, sino a reconocer el daño al medio ambiente que hemos provocado a la madre Tierra, debido a nuestros actuales estilos de vida, consumistas e irresponsables con la integridad de los ecosistemas, que han generan contaminación, extinción de especies vegetales y animales, calentamiento global y cambio climático, sostuvo el MC Mateo Castillo Ceja, punto focal de la Carta de la Tierra en México.
Los estilos de vida de la humanidad, provocan de manera global, problemas socio económicos muy graves, como la pobreza, marginación y subdesarrollo, por no hablar de un inequitativo reparto de la riqueza que, a su vez, genera problemas de salud, con consecuencias muy graves, como se ha puesto de manifiesto hoy día, con la pandemia de Covid-19, dijo.
Hoy, la pandemia de COVID-19 provocada por el coronavirus SARS CoV-2, nos ha obligado a repensar creativamente la forma de visibilizar este día en el que convergen reflexiones, llamados de atención, se revelan datos a favor y en contra sobre las políticas que hemos emprendido para recuperar el equilibrio de los ecosistemas.
Esta contingencia sanitaria, es una alerta global y un llamado urgente total, para modificar nuestros estilos de vida, dijo, al convocar a todas las organizaciones de la sociedad civil, a los gobiernos, a las empresas, a todas las instituciones académicas, grupos religiosos, educadores, redes sociales y a toda la humanidad, para lograr una sinergia a favor de la vida en el planeta Tierra.
Más allá de esto, que es sumamente grave y que obligan a una reflexión profunda para actuar, el Día Mundial del Medio Ambiente nos motiva a celebrar, por cuatro razones:
La celebración de este día brinda la oportunidad generar y robustecer una opinión pública bien informada, que influya además en una conducta adecuada de los individuos, de las empresas y de las colectividades, inspirada en su responsabilidad sobre la conservación y en acción para corregir problemas.
Provocar reflexiones para lograr una mayor conciencia e invitar a transformar los estilos de vida con acciones, que van desde lo individual a lo colectivo.
Crear presión política para abordar preocupaciones crecientes sobre los impactos negativos al medio ambiente, tales como la reducción de la capa de ozono, la gestión de productos químicos tóxicos, la extinción de especies animales y vegetales, el impacto ambiental de la industria minera, el desorden urbano disminuyendo la calidad de vida, la desertificación, y el calentamiento global.
Recordar que nuestras decisiones deben ser éticas y moralmente correctas, y deben estar dirigidas a respetar y cuidar la comunidad de la vida, mantener la integridad de los ecosistemas, lograr siempre una justicia social y económica, alcanzar la inclusión, la igualdad, la no discriminación, la tolerancia y mantener la paz para alcanzar la sustentabilidad de nuestras vidas.
Es aquí donde la Carta de la Tierra nos inspira como guía o brújula para tomar el mejor rumbo, concluyó Mateo Castillo Ceja.