- Es fundamental que durante el periodo de la crisis sanitaria se incremente la coordinación de autoridades de Estados Unidos, México y Centroamérica para que el proceso de retorno de migrantes a su país de origen sea seguro, ordenado y respetando sus derechos humanos.
- Urge la intervención del gobierno federal para atender las deportaciones principalmente de mexicanos a territorio nacional, a fin de que se evite la propagación de COVID-19.
CIUDAD DE MÉXICO, A 4 DE MAYO DE 2020.- El Partido Acción Nacional exige al Gobierno Federal que paren las deportaciones de no nacionales a México, ya que supuestamente no se firmó aceptar ser el tercer país seguro de los Estados Unidos, pero en los hechos lo estamos siendo, demandó el presidente nacional, Marko Cortés Mendoza.
En medio de la pandemia de COVID-19, se han incrementado los retornos de migrantes a territorio mexicano desde Estados Unidos, lo que coloca en vulnerabilidad a los deportados y pone en riesgo a las comunidades mexicanas; cifras oficiales indican que desde que inició la crisis sanitaria, fueron enviados a México más de 10 mil migrantes provenientes del vecino país del norte.
Por ello, urge la intervención del gobierno federal para atender las deportaciones de mexicanos y detener las de extranjeros a territorio nacional. Preocupa que se han reportado brotes de COVID-19 en albergues de migrantes, por lo que es necesario revisar su estado de salud para evitar que estos hechos se repitan.
Recordemos que, desde el 18 de marzo pasado, la administración estadounidense suspendió la entrada al país de solicitantes de asilo y desde el 21 de marzo se cerró parcialmente la frontera entre México y Estados Unidos para detener la pandemia de COVID-19, que a la fecha ya supera el millón de contagios y los 60 mil fallecimientos en la Unión Americana.
No olvidemos que México hizo compromisos con la suscripción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el cual se centra en las personas migrantes, entre los que destaca proporcionar acceso a servicios básicos como la salud”.
Finalmente, es elemental la coordinación entre autoridades de Estados Unidos, México y Centroamérica para que el proceso de retorno sea más seguro, ordenado y coordinado a su país de origen, con las medidas de salud más estrictas en los traslados y centros de detención de migrantes, que garanticen un trato digno para que sus derechos humanos sean respetados.