- La máxima autoridad en materia de salud no delibera en la pluralidad de todas las voces que la integran con capacidad científica, tecnológica y de atención.
- La primera necesidad, es proteger a los trabajadores de la salud de la exposición al COVID-19.
- Se requiere convocar a la industria nacional para elaborar equipo médico como las mascarillas N95, pruebas de respuesta inmune, ropa protectora y guantes.
CIUDAD DE MÉXICO, A 21 DE ABRIL DE 2020.- Ante la entrada de México a la fase 3 de la pandemia, el Presidente Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, exigió que se respeten las atribuciones constitucionales del Consejo de Salubridad General, a fin de que el gobierno escuche a todas las voces de expertos que lo integran y se asesore correctamente por ellos.
Es preocupante que antes de la reunión de ayer en la que participó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, la última vez que sesionó formalmente este Consejo fue el pasado 30 de marzo. No hay intensidad, ni frecuencia en los encuentros, siendo que durante esta emergencia sanitaria las reuniones y deliberaciones deberían realizarse con mayor regularidad.
El Consejo de Salubridad General debe sesionar dos veces al año, salvo en situaciones extraordinarias como la que estamos viviendo. Y le corresponde al secretario de Salud, Jorge Alcocer que apruebe la celebración de los actos jurídicos y convoque a las sesiones ordinarias y extraordinarias.
El Consejo de Salubridad General no puede delegar su responsabilidad constitucional y solo avalar todo lo que previamente fue decidido, ya que es un órgano colegiado que, si bien depende directamente del Presidente de la República, tiene el carácter de máxima autoridad sanitaria, con funciones normativas, consultivas y ejecutivas, siendo sus disposiciones de carácter general y obligatorias en el país.
Desafortunadamente, dijo Marko Cortés, el secretario de Salud solo aparece de pronto en algunas conferencias mañaneras, pero no lo vemos activamente trabajando por resolver las serias complicaciones que tiene México como el rebase de los hospitales, la falta de equipo médico, el contagio y las agresiones a personal de salud.
“Estamos por entrar a una de las etapas más críticas y vemos un pasmo grave de las autoridades. El Presidente no toma en cuenta la voz de los integrantes de la máxima autoridad sanitaria, ni de los salubristas, ni de los expertos que ayuden a tomar las mejores decisiones en política pública y de salud”, señaló.
El Consejo, dijo, no ha jugado el rol debido en este momento siendo que es la máxima autoridad en materia de salud, pues no se ha escuchado la pluralidad de todas las voces que tienen capacidad científica, tecnológica y de atención, siendo personas que durante décadas se han dedicado a estos temas.
El Dirigente Marko Cortés puntualizó que da la impresión de que el Consejo solo valida decisiones que ya están tomadas y convoca a sus miembros solo para que voten, no habiendo una discusión amplia de sus integrantes.
Para evitar que colapse el sistema de salud la primera necesidad que debería plantearse es la protección a los trabajadores de la salud de la exposición al COVID-19, ya que son quienes están en la primera línea de batalla y en algunas instituciones no planearon una estrategia para su protección y el riesgo de contagio es muy grande. También debe haber un llamado a la industria nacional para que elabore equipo médico que se requiere como las mascarillas N95, ropa protectora y guantes.
“Lo más importante es que no colapse el sistema del IMSS, por ello la importancia de realizar evaluaciones preventivas de detección de anticuerpos a todo el personal médico, para lograr detecciones oportunas con una más rápida recuperación y para que nuestros médicos puedan seguir trabajando con la tranquilidad del chequeo periódico. También será necesario evaluar en la post pandemia para que la sociedad se reintegre paso a paso y no se caiga en rebrotes”, dijo.
Asimismo, ante la incompetencia del titular de la Cofepris, el propio Consejo de Salubridad General debería discutir sobre la necesidad de aprobar el uso de las pruebas rápidas de detección de anticuerpos que reportan una alto nivel de efectividad y que ya están avaladas por la FDA (Agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos), para detectar oportunamente a quienes están infectados y pudieran ser transmisores del virus, o bien, para quienes ya se infectaron y nunca se dieron cuenta, porque fueron asintomáticos siendo probablemente ya inmunes al mismo, y por lo tanto, podrían regresar a la actividad productiva.
Lo lamentable es que dichas pruebas hasta este momento no se han aprobado en México.
Por esta razón, el Dirigente Nacional planteó la necesidad de que el Consejo de Salubridad General tenga la coordinación de la estrategia en esta pandemia, porque sus facultades tienen carácter constitucional y debe ser tratada como la máxima autoridad y no de manera secundaria como hoy lamentablemente está ocurriendo.