ROBERTO FLORES/ INFOMANIA/ URUAPAN, MICH./ LUN-05-MAY-2014/ Daniel Cosío Villegas uno de los más celebres economistas mexicanos durante el siglo XX, en el año de 1947 publicó un documento denominado “La crisis en México”, en dicho documento, Cosío Villegas muestra el fracaso de la “Revolución Mexicana” y de todas las promesas de la misma. Éste mismo texto, puede servir de analogía, para comprender el fracaso de nuestro país en diversos aspectos, principalmente en lo político-institucional.
En esta ocasión, retomo algunas ideas expuestas en esta tesis de Cosío Villegas para ejemplificar el fin del modelo revolucionario en nuestro país, desde 1982 con la llegada de los “tecnócratas del PRI” encabezados por Miguel de la Madrid Hurtado o recientemente con la llegada a la presidencia nacional PRD de la corriente denominada “Nueva Izquierda” o popularmente denominada “los chuchos”.
El PRD celebra este cinco de mayo, otro aniversario más de su fundación como instituto político. Con un cuarto de siglo de existencia el PRD enfrenta sin duda una de sus crisis más fuertes. Parafraseando a Cosío Villegas y su “crisis en México”, en este caso aplicada en el PRD, se viene padeciendo desde hace años una crisis que se agrava cada día, pero como en los casos de enfermedad mortal en una familia nadie habla del asunto (principalmente la dirigencia nacional encabezada por Jesús Zambrano).
La crisis proviene del agotamiento de las metas de la Revolución la cual carece ya de sentido, y como es costumbre, todos los grupos políticos continúan obrando guiados por los fines más inmediatos, sin que a ninguno parezca importarle el destino final del país (Afirmación en la que caben todas las corrientes que se disputan el control de la dirigencia del partido o las candidaturas a puestos de elección popular o de representación plurinominal o con unos dirigentes mediocres que traicionan los principios de la izquierda como ideología política, sometiéndose al presidencialismo del PRI mediante el “Pacto por México” y el precio a pagar es una reforma energética y una posible privatización del sector energético, motor clave del desarrollo nacional en los últimos 75 años).
Unos párrafos después el fundador del Fondo de Cultura Económica y la Casa de España (Hoy Colegio de México) menciona que la revolución desde un principio nunca tuvo un principio claro, ni lo ha intentado formular, habrá muchos programas expuestos e interpretados por teóricos conservadores (Pacto por México)… en todo caso una de las principales tesis fue la condenación de la tenencia indefinida del poder por parte de un hombre o un grupo de hombres (Nueva Izquierda como grupo mayoritario, pretende por medio de una elección de Consejeros imponer a Carlos Navarrete como nuevo presidente nacional, sin consultar a las bases, las cuales respaldan la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, lamentablemente la crisis del PRD lo ha obligado a buscar un caudillo histórico para poner fin a su crisis, en vez de buscar nuevos liderazgos que surjan de “abajo hacia arriba” desde la lucha social o la academia, por poner un ejemplo).
Estas tesis parecen hoy lugares comunes, y candorosos lo son para los que siguen creyendo en ella (en nuestro caso para los que seguimos creyendo en el PRD, pese a sus crisis institucionales como la mejor opción de la izquierda mexicana)…y más, por supuesto, para quienes las admitirán en el papel impreso de un libro, pero nunca en la realidad histórica de México (Porque resulta difícil imaginarse la construcción de ésta débil e incipiente democracia sin la lucha perredista y sus más de 600 muertos, y su política social como la pensión universal para adultos mayores).
La plataforma política perredista fue una novedad hace veinticinco años, pero parece que al igual que la revolución mexicana hoy se ha desviado de ruta. Añoro con ahínco que el PRD, partido del cual soy militante logré superar su crisis y en próximos años alcanzar más victorias políticas, como la presidencia de la república en 2018 y los ideales de la revolución mexicana, hoy olvidados, por los líderes revolucionarios de este país, se alcancen plenamente y donde la seguridad social esté garantizada para todos los mexicanos.