BOLETÍN/ URUAPAN, MICH./ MAR-14-ENE-2014/ Se logró una esperanza más de vida, en el Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez” de la Secretaria de Salud en Michoacán (SSM) con el exitoso trasplante de riñón número 43, en un joven de 27 años, quien por mucho tiempo ha padecido de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) secundaria a una Glomerulopatía Hipertensiva, la cual no le permitía llevar una buena calidad de vida.
Gracias a que un solo riñón sano puede desempeñar la función de dos riñones disfuncionales, los trasplantes son la mejor opción cuando se tienen enfermedades renales terminales, indicó el Dr. Luis Manuel Ávila Zaragoza, Coordinador de Trasplantes del Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez”, quien se ha comprometido a poner en práctica sus conocimientos e investigaciones médicas en la materia, apoyado con un destacado equipo médico y de enfermería.
El receptor del riñón, el joven Pascual Bernabé Cortés Santiago, de 27 años de edad, originario del estado de Veracruz y avecindado en esta ciudad de Uruapan, recibió por segunda ocasión un órgano en el singular nosocomio de segundo nivel de la SSM, que ha sigo acreditado para llevar a cabo trasplantes.
Es decir, el joven profesionista (quien por su enfermedad no ha logrado desarrollar su carrera) hace varios años recibió un riñón por donación de paciente fallecido, pero ante la gravedad de su salud, ahora de nueva cuenta tuvo que ser intervenido y fue de manera exitosa, gracias al “regalo de vida” que su madre la señora Concepción Santiago Francisco, de 47 años de edad le otorgó.
La mayoría de trasplantes de riñón funcionan de forma satisfactoria, como ahora ocurre con el paciente en mención, de tal manera que cuando la gente que se somete a un trasplante de riñón debe medicarse de por vida, a través de inmunosupresores que la SSM y el Consejo Estatal de Trasplantes de Michoacán (COETRA) otorgan gratis durante un año para impedir que el cuerpo rechace el nuevo riñón.
Precisó el Dr. Luis Manuel Ávila Zaragoza, que luego de un tiempo de recuperación las personas que se someten a un trasplante de riñón pueden seguir manteniendo una vida normal y saludable para que un retrasplante se considere en por lo menos una o dos décadas más.