1947, Winston Churchill, uno de los líderes políticos más influyentes del Reino Unido, en un discurso, decía respecto, a la democracia, lo siguiente: “es un pésimo sistema de gobierno, salvo por todos los demás métodos que han sido probados”. Esta afirmación es muy cierta, principalmente en México, debido a que en la democracia muy pocas veces son representadas las propuestas hechas por las minorías, de acuerdo con Vásquez (2010) en el caso de México, el sistema democrático es a tal grado inestable, inmaduro e ineficaz para instalar en los puestos de decisiones colectivas a quienes realmente representen a la sociedad y su pluralidad, la democracia no funciona para asegurar el desarrollo del largo plazo”.
En México hasta hace unos años, mientras prevalecía el régimen unipartidista, del PRI, todas las decisiones eran tomadas por el Poder Ejecutivo y avaladas por el Poder Legislativo incluso sin discusión. Si se hace un poco de memoria el Partido Revolucionario Institucional (PRI) comenzó a tener oposición a su modelo de “dictadura perfecta”, como lo dijo en cierta ocasión Mario Vargas Llosa, distinguido con el Premio Nobel de Literatura en 2010, a partir de la década de los setentas cuando algunos partidos como el Partido Acción Nacional, y algunos partidos de la izquierda emanados del movimiento estudiantil de 1968, ganaron algunas candidaturas y comenzaron a hacer una pequeña oposición al PRI.
Además algunos partidos existentes en ese entonces, como el Partido Autentico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Partido Popular Socialista (PPS) nunca fueron una oposición al régimen hegemónico del PRI, porque en muchas ocasiones hicieron coaliciones o alianzas con el mismo PRI para conservar su registro y tener una pequeña participación del poder.
En 1988 en la elección presidencial, el PRI como sistema unipartidista conto con una oposición real. Los contendientes en dicha elección fueron por el PRI ponía como candidato a Carlos Salinas de Gortari, el PAN con Manuel Clouthier “Maquio” y Frente Democrático Nacional era representado por Cuauhtémoc Cárdenas. En 2008 Manuel Bartlett, Secretario de Gobernación en ese momento, hoy en día candidato al Senado por Puebla, propuesta del Partido del Trabajo; reconocía que el entonces presidente de México Miguel de la Madrid, le había ordenado no revelar los resultados la noche de la elección debido a una inminente derrota del Revolucionario Institucional y el triunfo de Cárdenas, una de las excusas para fraguar este fraude fue la “caída del sistema”.
A partir de esta elección menciona Valencia (2012) para referirse a la integración de la Cámara de Diputados en esa elección: “El Congreso de la Unión, tradicionalmente subordinado al poder presidencial, no ha quedado al margen de estas transformaciones. El parte aguas de este escenario fueron las competidas elecciones de 1988 cuyos resultados conformaron una nueva integración en la Cámara de Diputados donde los partidos de oposición pasaron de ser una fuerza política “simbólica”, a constituir una oposición más activa, propositiva e incluso competitiva para disputarle el poder al partido hasta entonces dominante”.
A raíz de la elección federal de 1988, surge en 1989 el Partido de la Revolución Democrática (PRD) como movimiento de unificación de la izquierda.
Con las distintas reformas electorales realizadas en la década de los noventa del siglo pasado, contribuyeron de manera importante a crear competencia electoral e incentivar a crear competencia electoral y dando certeza en el Instituto Federal Electoral, hasta la elección presidencial del 2006, donde no se permitió un nuevo conteo de todos los votos por parte del candidato del PRD Andrés Manuel López Obrador, debido a los resultados tan cerrados en la elección y con algunas irregularidades en las casillas, en IFE se vio incapacitado para declarar un ganador la noche del 2 de julio de 2006. Si se recuerda el resultado de dicha elección presidencial, Felipe Calderón obtuvo el 36.38% de la votación y AMLO el 35.34%.
Con la Reforma Electoral de 1997, se ha generado la formación de un sistema electoral, mixto y competitivo. Pero también esto trajo algunas desventajas, el mismo Valencia (2012) menciona respecto a las elecciones tanto federales como locales que: El resultado de este proceso no fue la formación de una coalición de gobierno en sentido estricto47, sino la adopción de pactos y acuerdos entre dos o más partidos como mecanismos de colaboración vía alianzas más que de coalición, es decir, los acuerdo generados por los grupos partidista fueron continuamente negociados y orientados a incorporar apoyos circunstancia”. Estas alianzas, incluso permitieron que algunos partidos pequeños accedieran a espacios plurinominales y así garantizar representación en alguna de las dos Cámaras. Estas alianzas se dan incluso en las votaciones dentro de las cámaras para acceder a poderes de veto.
Incluso en 2010, partidos con ideologías antagónicas, como PRD, PT, MOVIMIENTO CIUDADANO PANAL Y PAN hicieron alianzas para derrotar al hegemónico PRI, en los estados de Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
La reflexión, en las opiniones de este académico, es que las alianzas, coaliciones y candidaturas comunes, únicamente garantizan espacios de poder a líder vitalicios de partidos pequeños, como lo es en el caso del PANAL, donde la dirigente del SNTE, la profesora Elba Esther Gordillo ha logrado colocar a sus familiares en puestos claves tanto de la política nacional o local, y qué decir de la familia González Torres, del Partido Verde (PVEM) que a través de sus alianzas con el PRI, han pretendido conservar sus negocios como el desarrollo de viviendas en zonas ecológicas, y aunque después diga el niño verde que lo chamaquearon, o el rumor de un probable impulso a las Farmacias de su tío, Víctor González, mejor conocido como el “Dr. Simi”, donde ante la incapacidad de las administraciones públicas para proveer el cuadro básico de medicamentos en el IMSS o ISSSTE, se pretende que el gobierno nos las pague, pero no nos han dicho en donde sería, situación un poco rara.
Una propuesta que considero necesaria, es la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, porque a pesar de las limitantes en nuestra democracia, todos los partidos, incluso, los pequeños, por la vía electoral, con candidatos y propuestas podrán tener representación en los distintos puestos de elección popular.
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