ACUITZIO DEL CANJE, MICH./ SAB-09-JUN/ Durante la gira proselitista que llevara a cabo el abanderado perredista por la diputación federal por el Distrito 11, Antonio García Conejo, en el municipio de Acuitzio del Canje con ejidatarios de San Andrés Coapa, manifestó que de ganar la candidatura será el primero en disminuir su salario como legislador federal, ya que se busca la justicia e igualdad en materia salarial.
“No puede ser tanta la diferencia, ya que es un crimen y un insulto a la sociedad mexicana”, afirmó.
En ese sentir, destacó que durante los últimos 30 años el crecimiento económico ha continuado, pero para la gran mayoría de la población, la riqueza se ha ido concentrando, a un nivel abrumador, en una facción del 1% de la población: la mayoría de los ejecutivos de las grandes corporaciones, de empresas financieras y de alto riesgo, y sus asociados.
Razón por la que el candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), García Conejo, señaló que la República ha sido mal encaminada, a excepción de hace 60 años cuando el General Lázaro Cárdenas del Río construyera para México, bajo la aplicación de recursos nacionalistas, una red de atención en materia de salud y educación para el bienestar de todos los mexicanos.
Ante esto, dijo que este personaje dejó un ejemplo: ser honestos, ser leales y ayudar a la gente más necesitada; “ejemplo que han heredado hombres y mujeres que han luchado por dar mejores condiciones de vida”.
Y por la memoria de ellos, enfatizó que estamos comprometidos y obligados a luchar incansablemente por tener una nación mejor, “que a lo mejor muchos de nosotros no disfrutaremos, pero que al igual que ellos, muchas generaciones vienen atrás”.
Antonio García Conejo concluyó diciendo que hay un desplazamiento del poder del pueblo trabajador de las distintas partes del mundo hacia una enorme concentración de poder y riqueza.
Y el sistema mundial se está dividiendo en dos bloques: en un grupo muy importante con enormes riquezas, y los “no ricos”, la enorme mayoría que vive de manera precaria, entre la que se incluyen mil millones de personas que casi no alcanzan a sobrevivir.
Un hecho que aseguró puede continuar, a no ser que estas decisiones y planes se reviertan mediante acción y movilizaciones populares con compromisos dedicados a programas que abarquen desde remedios factibles a corto plazo.
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