EL DÁLMATA/ URUAPAN, MICH./ MAR-25-JUL/ Macario Estrada Barragán y Joel Martínez Maravilla son la mancuerna material de la guerra sucia electorera, todavía falta el autor intelectual de este recurso aberrante, casi siempre anónimo, pero hoy casi, casi, al descubierto, solo falta atar un cabo suelto.
El primero es, un dizque periodista, de los conocidos como golondrinas, esos que aparecen cada época electorera solo para cobrar facturas de los boletines que insertan en sus panfletos, ni siquiera se toman la molestia de escribir una cuartilla o tomar una fotografía, la cámara de fotos les sirven de adorno, de accesorio para que la gente piense que es un reportero, son de esos, de los llamados males necesarios en el gremio, útiles para establecer la diferencia de medios de comunicación escritos y la aplicación de tarifas.
Este es Macario Estrada el que por muchos años ha servido de mercenario del periodismo amparado en un impreso que apenas llega a trescientos ejemplares al que denomina SOS, y cuya membresía en el directorio de colaborador alcanza más personal que el periódico el Universal.
Macario vende charolas metálicas que acreditan como periodista a cualquier pendejo que le paga hasta cinco mil pesos por un credencial, la Agencia Federal de Investigación (AFI) ha detenido a narcotraficantes que han intentado utilizar de salvoconducto una placa de periodista del SOS. Afortunadamente todo la sociedad conoce este tipo, su calidad moral y su práctica extorsionadora, pero esta vez quedó evidenciado.
El segundo es un sedicente periodista, lo acreditan como integrante de una revista quincenal, nunca en su vida ha sido autor de una sola nota informativa, eso sí, es un impresor, de los mas cháfaras, de fama de incumplido y mal hecho, tiene una demanda por fraude en una agencia del ministerio público la PGJE.
Y próximamente, seguramente otra en fiscalía especial de delitos electorales. En efecto este malhechor, Joel Martínez Maravilla cometió un delito y merece ser denunciado por prestarse al alimón en la guerra sucia preelectoral.
Joel se dice arrepentido del hecho y también engañado por Macario Estrada, manifiesta conocer a los Lagunas y a los Trejo, siempre me han tratado bien, señala, incluso les hecho trabajos de impresión, yo solo quise ganarme unos pesos trata de justificarse y agrega, me han ofrecido todo tipo de trabajos, hasta imprimir billetes, facturas apócrifas, recibos de toda clase y presume haber rechazado ofertas jugosas, no como la de Macario que apenas le mando imprimir solo 500 unidades en hoja tamaño oficio por ambas caras lo que complementó el millar, que escasamente le hizo ganar doscientos pesos.
Hoy, Joel Martínez sospecha que Macario recibió un interesante bono, que el tiraje que le ordenaron era superior al que ordenó, es decir también engañó al autor o autores intelectuales, pues con el dinero que obtuvo, dijo se fue a Can Cún.
Pero ambos, Macario Estrada y Joel Martínez también los engañaron con la incumplida promesa de que si llegamos al poder, a ti Macario te vamos a dar un convenio ventajoso, ya no tendrás que preocuparte de tu senectud y tu mi Joel tendrás todos los trabajos que requiera el h ayuntamiento por tus favores, esos son mis meros cuates, (pobres pendejos).
Hoy con el desprestigio ganado, para reivindicarse tendrán que vomitar todo lo que se comieron y el nombre de su principal cómplice.
Mientras permitamos que mercenarios como Macario y Joel se arropen en la impunidad, más proliferación tendremos de nefastos sujetos. Hay de gitanos a gitanos.
En internet se replica el ataque desde otras vertientes, no solo con correos electrónicos reenviando el manifiesto atribuido a una organización ciudadana inexistente, sino también dándole vuelta a un promocional propositivo subido a Youtube, en donde desde un servidor trepan los desprestigios.
La cuenta esta identificada también y de ahí sale otro mensaje en apoyo a otro virtual suspirante a puesto de elección popular tal vez con el propósito de inculparlo y hacer creer algo que no es. En fin aquí están ambos.