BOLETIN/URUAPAN, MICH/DOM11.-Comienza a ser una realidad el fraccionamiento “El Milagro” con la construcción de 400 unidades básicas de vivienda, en lo que es el proyecto de urbanización más grande de la entidad, que se desarrolla con recursos del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONAHPO), el municipio de Uruapan y de la Fundación Provivah, a través de la estrategia “un gol por México”.
Son viviendas que fueron gestionadas ante el gobierno federal por el Presidente Antonio González Rodríguez, quien de esta forma, dio un valor agregado al esfuerzo que hicieron las familias para adquirir un lote en este polígono, ubicado al poniente de la ciudad, el cual parecía un milagro ser urbanizado por ser terrenos sumamente rocosos y con una geografía muy accidentada.
Mediante recorrido, autoridades municipales junto con personal de la fundación Provivah, incluido el constructor Jesús Rosales León, supervisaron la edificación de las casas y de las 45 plataformas que faltan de 400 que se requieren, sobre las cuales se crean las viviendas que tendrán 36 metros cuadrados de construcción.
Durante el trayecto, se constató que las unidades básicas de vivienda son edificadas por dos brigadas de trabajadores que fueron asignadas por la fundación señalada para agilizar la construcción de las casas, que se pretenden concluir en el mes de septiembre de este mismo año.
En su intervención, el Ejecutivo Municipal resaltó que al final del proyecto habrá valido la paciencia que tuvieron las familias que compraron un predio en estos terrenos de interés social, que fueron asignados en 2003 por la Secretaría de Desarrollo Social para ser urbanizados mediante el programa Hábitat del gobierno federal.
Acompañado por el Regidor Enrique Sánchez Peña; el Director de Obras Públicas, Alejandro Rangel Pérez; el titular de Desarrollo Urbano, Rafael Sánchez Ortiz y ante el contratista que lleva a cabo los trabajos de urbanización, el Alcalde enmarcó que “las personas que con muchos sacrificios se hicieron de un lote en este fraccionamiento, tuvieron que esperar ocho años, pero al final, también tendrán una casa, un patrimonio propio que les dará seguridad y ya no tendrán la incertidumbre de seguir pagando renta o vivir en condiciones de hacinamiento”.