MATO. GERARDO A. HERRERA/ MORELI, MICH./ SAB-21-MAY/ Tras la adopción de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en noviembre de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de mayo «Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo».
El día ofrece una oportunidad de crear y desarrollar la conciencia social y la voluntad política, respecto de los valores de la diversidad cultural para aprender a «vivir mejor» todos y todas, sin considerar el sexo, la raza, el color de piel, la preferencia sexual, la lengua, el credo religioso, la ideología y sí se tiene o no una enfermedad infectocontagiosa o crónico degenerativa para vernos como iguales pero diferentes.
Sí bien este día puede acercar a diversos actores sociales y políticos y a los miembros de la sociedad civil para promover la tolerancia y el respeto a la diversidad, es importante reconocer que pese a los esfuerzos que hacen los Poderes Públicos continúan existiendo percepciones de discriminación por todo aquello que es diferente, esto lo hace visible la Encuesta Nacional de Discriminación 2010, ENADIS 2010, quien expresa que seis de cada diez personas en nuestro país consideran que la riqueza es el factor que más divide a la sociedad, seguido por los partidos políticos y la educación. En contraste, la religión, la etnia y la gente que llega de afuera son los factores que se piensa provocan menos divisiones.
En materia de las y los niños, pese a que hay más personas que consideran que las y los niños deben tener los derechos que les da la ley, se observa que en las regiones de Baja California, Baja California Sur, Colima, Jalisco, Michoacán, Nayarit, y Distrito Federal, Estado de México, todavía tres de cada diez personas consideran que niñas y niños deben tener los derechos que sus padres les quieran dar, por ello, hoy observamos a niños trabajando en los cruceros, siendo explotados laboralmente, o como lo han reportado los medios de comunicación niños que son abusados sexualmente o que han sido prostituidos por sus familiares.
La ENADIS 2010, también refleja que cuatro de cada diez mexicanos o mexicanas no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales en tanto que tres de cada diez afirman lo mismo en el caso de personas que viven con VIH/SIDA. La ignorancia y los estigmas, estereotipos y prejuicios continúan siendo utilizados por las personas que no cuentan con escolaridad, toda vez que a mayor escolaridad aumenta los niveles de tolerancia y respeto.
La ENADIS confirmo que los derechos de las personas y los grupos vulnerados (discapacitados, preferencias, tercera edad, niños y niñas, jóvenes, etc.) se respetan poco o nada, principalmente en relación a las personas homosexuales, lesbianas, migrantes e indígenas.
De ahí la importancia de llevar a cabo acciones por parte de los Poderes Públicos y de la Sociedad Civil, para emprender campañas intensivas de sensibilización y de creación y desarrollo de la conciencia social que permitan ir colocando en el imaginario social la importancia de la tolerancia y el respeto por la diversidad.
Entendiendo la tolerancia no como una dadiva al diferente, sino como una posibilidad real del diálogo, de la construcción de acuerdos, de reconocer en el diferente los mismos derechos que tiene el otro y de aceptar la riqueza de la diferencia como parte de una sociedad que es plural y diversa.