LORENA BERBER/ INFOMANIA/ URUAPAN, MICH./ DOM-17-ABR/ Es lamentable que los mercaderes se apoderen del templo y lucren hasta por mirar la mercancía como es el caso de las vendedoras de palma ubicadas afuera del templo de San Francisco.
Mediante gritos y ademanes, exigen dinero a quienes deambulan por la acera y observan su mercancía; mas aún cuando la curiosidad de los expectadores los lleva a tomar alguna fotografía de sus creaciones.
La actitud de estas vendedoras denigra el esfuerzo de la Unión Estatal de Artesanos de Michoacán, que se organizan para lograr marcas colectivas, mejorar el diseño de sus creaciones, elaborar sus piezas con procesos sustentables; en fin, hacer lo necesario por agradar a los visitantes.
Así que la actitud de estas vendedoras debe ser revisada por la autoridad porque el hostigamiento a los turistas constituye una pésima promoción para Uruapan.