BOLETIN 073/ MORELIA, MICH/ MIE-06-ABR/ A 40 años de cárcel fue condenado un individuo que en el mes de noviembre del año pasado, privó de la vida a sus tíos en venganza por correrlo de la casa donde vivía con ellos.
El procesado responde al nombre de Isidoro Gutiérrez Saucedo, de 58 años de edad, con domicilio en la ranchería denominada “El Timbiriche”, perteneciente a este municipio, quien se encuentra relacionado en el proceso penal número 253/2010-I, del Juzgado Tercero Penal de este Distrito Judicial, por el delito de homicidio calificado, cometido en agravio de Toribio Saucedo Villa y María Guadalupe Gutiérrez Farfán, de 80 y 44 años de edad, respectivamente.
De acuerdo a los datos que obran en el mencionado proceso se sabe que estos hechos se registraron el pasado día 31 de octubre, cuando los ahora occisos le solicitaron a su sobrino que se fuera ya de su domicilio.
La petición de la pareja causó el enojo de Isidoro Gutiérrez, quien urdió darles muerte por haberlo corrido de la vivienda. Se sabe que día dos de noviembre de la misma anualidad, acompañó a sus tíos hasta el panteón que se localiza en la comunidad “El Platanillo”, del cual iniciaron el retorno a pie con rumbo a su domicilio.
Sin embargo, durante el camino, los tíos del homicida decidieron descansar por fuera de una casa abandonada que se ubica en la falda del cerro conocido como “El Timbiriche”, solicitándole a su sobrino que fuera por dos bestias para cabalgar y así continuar el trayecto hasta su vivienda.
Isidoro se trasladó por los animales a la casa de sus tíos, donde se apoderó de un cuchillo y después ensilló un caballo y una burra, para dirigirse al sitio donde estaban Toribio y María Guadalupe, a quienes agredió sorpresivamente con el instrumento punzo-cortante, causándoles lesiones mortales en el cuello y abdomen.
Una vez que cometió el doble homicidio, el presunto responsable se dirigió a la casa de sus tíos para sacar sus pertenencias y luego se encaminó al domicilio de otro familiar, en la comunidad de San Pedro, donde pretendió sustraerse de la acción de la justicia.
Tras el hallazgo de los cadáveres del matrimonio, agentes de la Policía Ministerial se abocaron a realizar las investigaciones del caso y comenzar la búsqueda del presunto homicida, quien finalmente fue requerido y puesto a disposición del agente del Ministerio Público, quien lo consignó ante el juez de la causa.
Una vez que el Juez en materia penal valoró todas y cada una de las pruebas presentadas por el agente del Ministerio Público adscrito al juzgado, determinó sentenciarlo a la pena de 40 años de cárcel y la reparación del daño.