Mtro. Leonel Godoy Rangel, gobernador constitucional del estado;
Diputado Iván madero naranjo, presidente de la mesa directiva del congreso del estado;
Dr. Alejandro González Gómez, presidente del supremo tribunal de justicia del estado;
Gral. de brigada dem Juan Ernesto Bernal reyes, comandante de la XXI zona militar;
Lic. Fausto Vallejo Figueroa, presidente municipal de Morelia;
Dra. Silvia Figueroa Zamudio, rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo;
Niña Daniela flores Méndez, alumna distinguida del sexto grado de la escuela primaria 20 de noviembre;
Me es grato saludar en esta celebración del Centenario de la Revolución, las representaciones siguientes:
En representación del pueblo Mazahua.
C. Bonifacio González guzmán, presidente del comisariado de la comunidad indígena de Francisco Serrato;
C. Prudencio Baltazar Zarate, presidente del comisariado de la comunidad indígena de san Felipe Alzati;
En representación del pueblo náhuatl.
c. francisca Delgado reyes, jefa de tenencia de San Pedro Narangestil de la comunidad indígena de Pomaro;
C. Agustín Villanueva Ramírez, presidente del comisariado de la comunidad indígena de San Miguel de Aquila;
En representación del pueblo otomí.
C. José Mondragón Contreras, presidente del comisariado de la comunidad indigena de san juan Zitácuaro;
C Gustavo Correa Doroteo, presidente del comisariado de la comunidad indígena de San Bartolo Cuitareo;
En representación del pueblo purépecha.
C. Daniel Campos Barcenas, presidente del comisariado de la comunidad indígena de San Felipe de los Herreros;
C. Arcángel Jiménez Constancio, presidente del comisariado de la comunidad indígena de Capacuaro;.
Ciudadanas y ciudadanos dirigentes de organizaciones agrarias;
Secretarios Generales de Sindicatos y Asociaciones de Trabajadores;
Representantes de Organizaciones Sociales;
Alumnas y alumnos de instituciones de educación pública del Estado;
Estudiantes, académicos y empleados de la UMSNH
Ciudadano presidente del Consejo Coordinador Empresarial;
Señoras y señores:
Hoy conmemoramos la Revolución Mexicana y celebramos cien años del movimiento social que a partir del plan de San Luis motivo la transformación del régimen en la búsqueda de justicia social, democracia y soberanía, demandas que para muchos de nosotros aun son vigentes por que no han sido satisfechas, mientras que otros, los mismos de siempre, amenazan sistemáticamente estos principios y a las instituciones fundadas en ellos.
Mas allá de los partidos políticos, se constituye una mayoría de hombres y mujeres, libres e iguales, que nos sentimos orgullosos del legado independentista de Miguel Hidalgo; de los Sentimientos de la Nación del Generalísimo José María Morelos; del liberalismo de Benito Juárez y Melchor Ocampo; de los valores democráticos de Francisco I. Madero; de la lucha agrarista de los pueblos indígenas, Emiliano Zapata y Francisco Villa; de la justicia social impulsada por los trabajadores del campo y la ciudad; y de los principios constitucionales de 1917, plasmados por Francisco J. Múgica y Venustiano Carranza.
Somos más, quienes nos identificamos plenamente con el General Lázaro Cárdenas del Río, estadista que promovió los principios de la lucha emancipadora de 1910; con el movimiento democratizador que hace más de dos décadas inicio aquí, en Michoacán, modificando las reglas de la competencia electoral en el país; y con la democracia participativa que convoca a mandar obedeciendo.
La Guerra Civil de principios del siglo XX en México, no puede verse ni entenderse como un acontecimiento aislado, esta plenamente vinculada con sucesos anteriores, así como con eventos posteriores. Todas estas gestas han sido promovidas, en distintos momentos, por mujeres y hombres progresistas y demócratas, vinculados entre si por un hilo conductor de la historia de este país, quienes han enfrentado a las y los reaccionarios y conservadores que se han opuesto a las mejores causas de la Nación. Unos y otros, cuentan hoy con herederos legítimos de sus causas y propósitos.
Este, es un acto de reivindicación de las causas revolucionarias, estamos aquí, por que defendemos el estado laico; la educación pública, laica, gratuita y de calidad; el sistema de salud pública; el ejido, la comunidad indígena y la pequeña propiedad; los derechos laborales de los trabajadores; la seguridad social; la justicia y la legalidad; la democracia; la soberanía; el medio ambiente y los recursos naturales; los derechos humanos; y la cooperación mundial.
Es este el momento de reconocer que la celebración del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana no es una ocasión para recordar un pasado estático, sino un momento para comprometernos con un presente y un futuro dinámico en el que los postulados de nuestra revolución seguirán vigentes, mientras sus demandas no sean satisfechas, por lo que debemos retomarlos y aplicarlos a las circunstancias de nuestro tiempo.
Hoy, la crisis nacional se expresa en pérdida del empleo, economía estancada, salarios sin poder adquisitivo, aumento de la pobreza y de la desigualdad social, un campo con parcelas abandonadas, aumento de la migración, deserción escolar y falta de oportunidades educativas en los niveles medio superior y superior, una lucha contra la delincuencia sin políticas de largo aliento que ataquen de forma directa las causas estructurales que la originan, entre otras tantas cosas que padecemos.
Para honrar esa vigencia ideológica y para procurar esa proyección programática actual de los postulados sociales de la revolución, propongo recuperar los planteamientos que el más grande de los revolucionarios michoacanos, el General Lázaro Cárdenas del Río, nos legó en el mensaje que preparaba en el mes de octubre de 1970, justo un poco antes de su desaparición física.
De entre todos los temas tratados por el general en ese documento rescato cinco que hoy en México y Michoacán tienen una gran vigencia: el trabajo, el campo, los pueblos indígenas, la educación y los jóvenes.
Decía el General hace ya cuarenta años, cito: “en verdad, las diferentes capas de trabajadores urbanos, a pesar de que disfrutan de mejores ingresos y condiciones de vida que los campesinos, pasan por un proceso de depauperación por el alza continua y hasta hoy incontrolada de los precios de numerosos artículos de consumo y en especial los de primera necesidad, lo que provoca además un malestar general. los efectos de endebles aumentos salariales se ven nulificados o aun agravada la situación de los trabajadores de ingresos fijos por un hecho que podría prevenirse por el camino de la ley y de su estricto cumplimiento”, se cierra la cita.
El expresidente, nos señalaba lo siguiente respecto de la situación del campo mexicano y la pobreza de los campesinos, cito: “el desequilibrio en el ingreso se debe lo mismo al abandono del espíritu agrarista en algunas leyes, como a prácticas ajenas a las disposiciones positivas que perviven; asimismo, a la falta de orientación, organización, enseñanza agrícola elemental, vigilancia, ayuda técnica y financiera que el régimen tiene compromiso de proporcionar a quienes mayor derecho tienen a la protección social y económica del gobierno, puesto que los campesinos y los obreros agrícolas, además de ser los más necesitados, son los que en toda circunstancia trabajan y hacen producir la tierra, alimentan a la población y abastecen de materias primas a la industria doméstica y al comercio exterior mexicano”, se cierra la cita.
cuando se refiere a los pueblos indios señala, cito: “los pueblos indígenas que habitan en distintos lugares de la república, a pesar de la diversidad del medio en que viven y de las características que los distinguen, tienen todos en común su estado de atraso y abandono y la explotación de que son objeto.
Lo que se debe sostener es la incorporación de la cultura universal al indio, es decir, el desarrollo pleno de todas las potencias y facultades naturales de la raza, el mejoramiento de sus condiciones de vida agregando a sus recursos de subsistencia y de trabajo todos los implementos de la técnica, de la ciencia y del arte universales, pero siempre sobre la base de la personalidad racial y el respeto de su conciencia y de su entidad. El programa de emancipación del indio es en esencia el de la emancipación del proletario de cualquier país, pero sin olvidar las condiciones especiales de su clima, de sus antecedentes y de sus necesidades reales y palpitantes”, se cierra la cita.
De igual pertinencia son sus palabras sobre la educación, misma que plantea en toda su complejidad, cito: “la reforma educativa tiene que corresponder a las necesidades del desarrollo independiente y a las exigencias de una sociedad que sabe ya valorar el trabajo justamente compensado, la adquisición universal de la enseñanza y la salud en la solidaridad social como principales premisas para una fructífera convivencia”, se cierra la cita.
Y precisamente sobre los jóvenes se hacia esta pregunta de absoluta actualidad, cito: ¿por qué no relacionar la preparación de la juventud con el desenvolvimiento económico y social del país, junto con la apertura de oportunidades de trabajo productivo y útil, lo mismo para los jóvenes técnicos y profesionales que para los que no tengan capacitación especializada, pues todos tienen la misma responsabilidad y los mismos derechos ante la nación, para hacer grande y justa a la patria mexicana?…”, se cierra la cita.
Señoras y señores:
Estas palabras del más grande gobernante mexicano del siglo XX nos convocan a reconocer la vigencia del legado revolucionario y a comprometernos con sus principios.
El rescate de las mayorías empobrecidas no se dará, como ha quedado demostrado hasta la fecha, con la aplicación de políticas de respaldo a élites privilegiadas y la marginación y menosprecio a los grupos económicamente desprotegidos. revertir la orientación actual de apoyo al enriquecimiento de unos cuantos deberá ser tarea y meta de quienes pensamos que la revolución mexicana permanecerá inconclusa, mientras no se haga efectivo su más caro objetivo, la emancipación económica, política y social de la mayoría del pueblo mexicano.
Por ello, en Michoacán nos hemos comprometido, seriamente y en los hechos, con el legado de justicia social de la revolución mexicana, más allá de los discursos y conmemoraciones.
Aquí, ciudadanos y gobierno, hemos tomado decisiones concretas.
En relación al trabajo: fomentamos su creación fortaleciendo la industria turística, vigorizando el creciente impulso a la producción y comercialización de los productos agrícolas, y desarrollando la logística del puerto michoacano.
En relación al campo: hemos cuadruplicado la inversión pública, a través de un ejercicio de presupuesto participativo con las organizaciones campesinas y construimos la presa “Francisco J. Múgica” obra emblemática que refleja el compromiso con los trabajadores del campo.
En relación a los pueblos indígenas: constituimos un consejo consultivo integrado por autoridades indígenas, con el cual hemos elaboramos una iniciativa de reforma constitucional en materia de derechos y cultura de los pueblos indígenas, y en un hecho inédito en el país, construimos un presupuesto participativo que se esta aplicando en la realización de las obras que las propias comunidades indígenas decidieron.
En relación a la educación: iniciamos y promovimos una reforma constitucional, única en el país, que establece la obligatoriedad y gratuidad en la educación impartida por el estado desde preescolar hasta el nivel superior. Estos principios nos llevaron a crear un programa de tele bachillerato, también único en el país, para atender la demanda de doce mil estudiantes que al concluir la secundaria no tenían un espacio para continuar sus estudios en el nivel medio superior. Este año recibimos en las aulas a siete mil de ellos y en el 2011 esperamos atender a la totalidad.
En coordinación con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, construimos campus universitarios en ciudad hidalgo y Lázaro Cárdenas e iniciaremos, a la posible, la construcción de otro en Uruapan y uno más en Zamora. Estas acciones, aun insuficientes, permitirán que miles de jóvenes tengan la oportunidad de superarse a través de la educación pública.
En relación a las jóvenes: con la creación de mas espacios educativos y la gratuidad de la inscripción en las instituciones de educación pública del estado, en un acto de congruencia con los principios revolucionarios, hemos aportado un cualitativo esfuerzo que intenta contraer la aterradora cifra de siete millones de jóvenes mexicanos que se les niega la oportunidad de estudiar y trabajar.
Para ampliar estas políticas de justicia social, es necesario construir una propuesta unificadora, de una mayoría que trascienda partidos, que contenga las coincidencias de todos aquellos que se identifican a sí mismos como revolucionarios, demócratas o progresistas.
lograr esa unidad, debe ser la meta inmediata de quienes aspiramos a consolidar los anhelos de justicia social que hace ya cien años enarboló el movimiento revolucionario de mil novecientos diez.
Sólo así honraremos de nuestros héroes y sólo así seremos dignos del reconocimiento de nuestros hijos, quienes deben vivir en un país mejor, mucho mejor, del que nosotros heredamos.
Viva Francisco I. Madero
Viva Francisco Villa
Viva Emiliano Zapata
Viva Francisco J. Múgica
Viva Venustiano Carranza
Viva el General Lázaro Cárdenas
Viva la Revolución Mexicana
Muchas gracias.