BOLETIN 4000/ URUAPAN, MICH./ LUN-01-NOV/ Se mantiene viva la tradición de rendir culto a la muerte en Uruapan, al registrar el panteón municipal una gran afluencia de visitantes a visitar la tumba de sus seres queridos este Día de Todos los Santos. Tan solo de las 7 a las 12:00 horas habían ingresado al camposanto unas 18 mil personas.
Desde temprana hora, se activó el operativo de seguridad y mantenimiento que el gobierno municipal implementa desde el pasado fin de semana, dentro y fuera del cementerio ubicado en el Barrio de San Juan Evangelista.
Lo anterior fue informado por la administradora del panteón municipal, Elba Camacho Melgoza, quien manifestó que personal de este lugar redobla esfuerzos para mantener limpio el panteón con el apoyo del área de aseo público, que depende de la Dirección de medio ambiente y recursos naturales.
La servidora pública expresó que se realiza un trabajo coordinado entre diversas áreas de la administración municipal y los habitantes del barrio de San Juan Evangelista, con quienes también se ha preparado un programa cultural la noche de este lunes.
Detalló que en el operativo participan las dependencias de seguridad pública, tránsito y vialidad municipal, protección civil, medio ambiente y recursos naturales, inspectores de varios ramos, servicios públicos, desarrollo económico y turismo, entre otras que suman esfuerzos con la finalidad de obtener un saldo blanco.
Informó que el día 2 de noviembre el cementerio abrirá de 7 a 19:00 horas, fecha en la que se espera el mayor número de personas que acudan a rendir culto a sus a sus difuntos, lo cual es una tradición que sigue vigente entre la sociedad uruapense.
El camposanto tiene más de un siglo de historia, ya que la tumba más antigua legible data de 1894. En este lugar de seis hectáreas y media, se han inhumado aproximadamente 54 mil restos, en 28 mil criptas.
Alberga las tumbas de personajes ilustres como la del pintor y poeta uruapense Manuel Ocaranza, la del pintor Manuel Pérez Coronado, de Eduardo Ruiz, de los Capitantes Zamora y Pedraza, del heroico bombero Abigail Patiño, entre otros más.