FERNANDO S. RAZO/ URUAPAN, MICH./ VIE-03-SEP/ Los paladines de la democracia fingida echan la carne al asador para recuperar sus privilegios dictatoriales del pasado reciente, de las grandes arbitrariedades y las espantosas devaluaciones.
Sí, arbitrariedades y devaluaciones crueles ¿Eso queremos los mexicanos?
Desde los mismos tiempos de Ernesto Zedillo (a quién le tocó heredar la última debacle económica del país) hasta nuestros tiempos, se debe reconocer que el ejercicio de la democracia y el acceso a la información pública han sido, por sobre otros, los grandes favores resultantes de que el PRI ya no se encuentre en el poder.
Pero no ha sido gratis. El PRI como oposición inmadura le ha apostado a la desacreditación sistemática del gobierno en turno. El mañoso sigue acudiendo a la mañosería para operar, nunca con transparencia o con acuerdos orientados al bien común. Es un partido que sigue privilegiando su propio interés por sobre el interés de la mayoría de los mexicanos.
Mantenemos un rezago legislativo que impide el desarrollo del país porque el PRI dificulta la concreción de las reformas estructurales que se necesitan desde hace mucho. Y lo hace a propósito. Para argumentar electoreramente que el gobierno panista no avanzó.
Sus métodos clientelares y corporativistas del voto están vigentes y es claro que con el apoyo de sus caciques (gobernadores), se reposicionan para volver a ganar la Presidencia de la República.
Los “discursos Beltronescos” de la mirada perdida, el gesto falso y el tono arrastradito de la voz en su disertación siempre descalificadora, nos deben alertar a los mexicanos del futuro sobre lo que nos puede esperar con esos gobernantes. Las poses publicitarias del “Gobernador bonito” mexiquense y el discurso tanto brabucón como mentiroso de Beatriz Paredes, los debemos percibir como la señal de alerta ante lo que nos puede esperar con su regreso al poder.
El PRI no se puede deslindar de los hasta preconcebidos pendientes que dejó en México en relación con la Educación, con el apego al Estado de Derecho y con la Justicia Social que su propio candidato Colosio fustigó pagando las consecuencias en Lomas Taurinas (Beltrones debe saber mucho de este caso).
Sobre lo anterior, el rezago educativo provocado por el corporativismo electorero de su sindicato que finalmente les traicionó, la escalada de la cultura de la corrupción y su desatención convenenciera a la problemática del crimen organizado, hacen cínicas sus ahora declaraciones de piel de oveja.
La postura actual de llevar a la inconstitucionalidad al Congreso de la Unión es una señal clara del autoritarismo y mayoriteo que está vigente en sus retornantes pretensiones. Los mexicanos debemos estar muy pendientes de estos acontecimientos que nos dan oportuna señal de advertencia con enfoque a los próximos procesos electorales.
El PRI no perdona las recientes alianzas que evidenciaron su vulnerabilidad. Por eso, con su postura arbitraria en el Congreso, pretenden posicionarse para desde ahí operar preferencialmente las próximas elecciones del Estado de México, a las que les tienen pánico enfrentar contra un pueblo aliado por la democracia.
Los politólogos nacionales e internacionales tienen razón cuando NOS ADVIERTEN CON OPORTUNIDAD QUE EL PRI NO DEBERÍA REGRESAR AL PODER.
Ing. Fernando S. Razo