La automedicación puede ser fatal, dicen médicos del IMSS
Se elevan la dotación de medicamentos, los estudios de laboratorio, las consultas al médico familiar y los días de estancia hospitalaria
BOLETIN 3194/ MORELIA, MICH./ MAR-10-AGO/ La automedicación por parte de los derechohabientes genera consecuencias negativas tanto para la salud del paciente como para el desarrollo de las acciones médico hospitalarias y las finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ante la inminente entrada en vigor de la disposición federal de prohibir la venta de antibióticos sin receta médica en las farmacias comerciales, los directores de las Unidades Médicas Familiares (UMF) Nos. 80 y 75 del IMSS en Morelia, Rubén Ricardo García Jiménez y Griselda Ramírez Castañeda, coincidieron en señalar que tal acción traerá ventajas para la sociedad y para las propias instituciones de salud federal en el país.
Dijo que un paciente que se prescribe antibióticos sin mediar consulta con su médico familiar puede generar inmunidad bacteriológica, alergia y en los casos extremos, choques anafilácticos (comezones, espasmos musculares, obstrucción de vía aérea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y baja brusca de presión arterial) que pueden derivar hasta en la muerte, por la ingesta o aplicación de antibióticos sin el previo conocimiento de las contraindicaciones respectivas.
La automedicación puede ser de consecuencias fatales, aseguraron ambos directivos médicos porque generan, además de gastritis y colitis, lesiones graves tanto hepáticas como renales.
Por otra parte, dieron a conocer que la automedicación eleva en forma considerable el número de consultas a medicina familiar, alarga los tratamientos, genera mayor ingesta o aplicación de medicamentos, suma mayor número de realización de estudios bacteriológicos en los laboratorios químicos y aumenta la estancia hospitalaria, lo que es proporcional al gasto económico que en este concepto de la automedicación genera el IMSS, tanto en las unidades médicas como en los hospitales.
Al respecto, Laura Rocha Barajas, jefa del Laboratorio de Análisis Químicos de la UMF No. 80 de Morelia, explicó que se realizan mensualmente alrededor de 400 estudios bacteriológicos, que representan hasta el 30 por ciento de los efectuados para determinar el antibiótico adecuado o sustancia susceptible en un paciente que se ha automedicado, en virtud de que se ha vuelto resistente a varios medicamentos o sustancias por tal práctica.
Ejemplificó que para el IMSS, por ejemplo, un exudado bucofaríngeo (raspado de garganta para realizar un cultivo y determinar la sustancia adecuada para atacar a una bacteria determinada) le cuesta a la institución hasta 200 pesos, cuando en el medio privado oscila hasta en los 300 pesos.
Los profesionales del IMSS exhortaron, en consecuencia, a la comunidad derechohabiente a evitar la automedicación, puesto que la gente lo hace por ahorrarse tiempo en la visita al doctor de la institución, dinero en caso de acudir al médico particular o ingiere medicamento porque algún familiar se “alivió con tal medicina”.
Cuando las enfermedades son virales, no bacterianas, se tienen que cumplir los ciclos de los mismos, de tal manera que la ingesta o aplicación de antibióticos, prolongan la enfermedad y hacen más resistente al virus, por lo que el derechohabiente acude al médico familiar o a urgencias, cuando el cuadro clínico ya se ha agravado, en detrimento de su salud y la economía institucional, que al final de cuentas, son recursos económicos de la misma sociedad, concluyeron.