BOLETIN 042/ MORELIA, MICHA./ MAR-03-AGO/ A pesar de la urgente necesidad de que se lleven a la práctica estrategias orientadas al crecimiento ordenado del cultivo de aguacate, aún no concluyen los proyectos que sobre el caso realizan las organizaciones de productores y los gobiernos federal y estatal así como asociaciones que tienen el mismo propósito como objetivo, lamentó el diputado Presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, Jaime Rodríguez López.
Por lo anterior, el legislador priísta, exhortó a las instancias en mención a agilizar el paso porque el tiempo apremia, dijo al explicar que es un hecho que la recurrencia en las alteraciones agroclimáticas ha ocasionado un acelerado cambio del uso del suelo forestal a la producción de aguacate, al grado de provocar un gran deterioró de los ecosistemas forestales en Michoacán, con una manifestación del proceso de deforestación de más de 500 hectáreas anuales por ese solo concepto.
Rodríguez López consideró también que, “hasta los niños saben que el bosque juega un papel fundamental en el balance hídrico a nivel cuenca, el suministro del vital liquido para diversos usos en la conservación del suelo y la provisión de servicios ambientales a la sociedad”.
Por ello reiteró que, urge tomar decisiones que orienten hacia la ordenación territorial en la producción de aguacate, además de promover el manejo sustentable de los recursos, en beneficios de las generaciones futuras, debiendo incluir la conservación y restauración de obras con vocación forestal mediante proyectos serios y responsables.
El diputado tricolor, también hizo referencia a la información que obra en poder de la Comisión Forestal del Estado y en estudios realizados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INAFAP) y comentó que además de las consecuencias del impacto ambiental en la producción de aguacate destaca la urgencia de establecer una ordenación territorial del cultivo mencionado y de promover el uso sustentable de los recursos naturales.
Incluso, en ese sentido argumentó que el INIFAP desarrolla opciones basadas en el conocimiento científico para promover el desarrollo rural sustentable, teniendo ubicadas áreas con buen potencial productivo para el aguacate en otras entidades como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Nuevo León, Tamaulipas y Puebla cuyo establecimiento ordenado frenaría su expansión en Michoacán, y al mismo tiempo permitiría aprovechar las oportunidades que ofrece la creciente demanda del aguacate.
Y abundó que, de acuerdo a la información del estudioso en la materia Pedro Brajcich, entre los años 2000 y 2008, la superficie cultivada de aguacate en el país aumento de 94 mil 104 a 113 mil y la producción de más de 907 mil toneladas a más de un millón 162 mil; en este periodo la participación de Michoacán aumento del 83.3 al 85.0 de la superficie cultivada y del 87.6 al 88.1 por ciento de la producción nacional.
Por ello, destacó que el 34 por ciento de la producción mundial, es local y contribuye, cierto, al crecimiento económico del sector agrícola del país, pues de acuerdo con el SIAP, en la presente década el valor de la producción se ha triplicado, pasando de 4 mil 216 a 12 mil 459 millones de pesos y el de las exportaciones ha aumentado en más de 1000 por ciento al pasar de 73.7 a 812.2 millones de dólares.
Finalmente, Rodríguez López aseguró que a través de indicadores de impacto socioeconómico y ambiental, la superficie cultivada con aguacate se incremento entre 1976 y 2005 en 94 por ciento, en buena parte a costa de una deforestación superior a poco más de 500 hectáreas por año; la complejidad del cultivo de aguacate por la gran extensión, que ocupa alrededor de 100 mil hectáreas, su ciclo de producción, el uso de agroquímicos y el efecto sobre el entorno ambiental, hacen que este sistema-producto influya drásticamente en el cambio de uso del suelo y en el deterioro ambiental.