Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ/ URUAPAN, MICH./ SAB-31-JUL/ Ya lo habíamos anticipado, varios tejados y bardas de antiquísimas e históricas casonas del primer cuadro de la ciudad, estaban a punto de venirse abajo, principalmente a causa de las constantes lluvias, con el consecuente peligro para los peatones; varios de ellos han caído y afortunadamente no hay víctimas.
Los propietarios de este tipo de fincas han manifestado su deseo de modificarlas o derribarlas para construir una nueva, pero se han encontrado con trabas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y por ello las han dejado prácticamente al olvido, al paso del tiempo.
Sin mantenimiento, con las constantes lluvias y el peso de la teja de barro y la madera apolillada, no aguantan el peso, lo mismo sucede con el adobe remojado, por lo que es inevitable se vengan abajo.
Los dos tejados que habíamos mencionado se derrumbarían, ya sucedió, la de la calle Zacatecas y la Independencia; la barda de la calle Revolución también ya cayó y en la esquina de Carrillo Puerto y Emilio Carranza, representa un serio peligro aún.
Este fin de semana, el tejado que da hacia la calle Libertad, en el número 24, donde anteriormente funcionaba una enorme vecindad, ha empezado a caer al suelo, los vecinos están alarmados por que pueden resultar afectados y que nadie hace algo.
En la esquina de la calle Francisco Villa y José Moreno, de la colonia Morelos, se ubica una barda de adobe en predio abandonado, cuya construcción ha empezado a caer sobre la banqueta y los propietarios dicen que el ayuntamiento les ha negado autorización para derribar las viejas bardas.