BOLETIN 071/ MORELIA, MICH./ JUE-29-JUL/ Con un firme propósito de promocionar su vasta riqueza artesanal, la comunidad de San Francisco Pichátaro, municipio de Tingambato, llevará a cabo la décima primera Feria del Mueble Rústico y Textil Bordado.
En rueda de prensa convocada por la Comisión de Ferias, Exposiciones y Eventos, el presidente del Comité Organizador de la Feria, Maurilio Morales Gómez destacó que la comunidad de Pichátaro nuevamente se vestirá de manteles largos para llevar a cabo del 4 al 8 de agosto esta fiesta en la que se busca enaltecer el trabajo artesanal que consiste en la elaboración de muebles rústicos y textiles bordados.
Abundó que esta gran feria coincide con la Fiesta de la Preciosa Sangre de Cristo, uno de los festejos más antiguos de la comunidad, pues se calcula que desde hace 200 años se celebra y se considera la fiesta más importante del pueblo.
En su momento, J. Jesús Contreras Mendoza, integrante del Comité Organizador, comentó que la actividad del mueble rústico cuenta con antecedentes que se remontan a la época de la evangelización cuando esta pintoresca comunidad de Pichátaro recibió las enseñanzas de Vasco de Quiroga y Fray Jacobo Daciano, de quienes heredaron diversas técnicas para la talla en madera de pino.
Agregó que al paso del tiempo el trabajo se fue adaptando a las necesidades de la sociedad, pero conservando como un sello de identificación el tallado de las piezas. En 1958 comienzan a elaborarse pequeñas esculturas y unos años más tarde se inicia la fabricación de muebles rústicos con las clásicas ornamentaciones en bajo y alto relieve.
Explicó que hoy en día de estima que alrededor del 80 por ciento de los casi seis mil habitantes de Pichátaro dependen directa o indirectamente del trabajo artesanal que se realiza en un total de 365 talleres dedicados a la elaboración de todo tipo de muebles de madera, como salas, comedores, recámaras, libreros, cantinas, escritorios, muebles para computadora y centros de entretenimiento. También trabajan piezas pequeñas como alhajeros, máscaras y juguetes.
Por lo que respecta a los bordados y textiles, por tradición las mujeres de Pichátaro aprenden a bordar en punto de cruz desde temprana edad, produciendo servilletas, manteles, sábanas, almohadones, guanengos y mandiles. A la fecha se tiene un estimado de 210 mujeres dedicadas a esta actividad, puntualizó Virginia González Urbina, Secretaría del Comité de Mujeres Artesanas.
El Jefe de Tenencia de Pichátaro, Víctor Camacho Madrigal, destacó que el mercado para los artículos que elabora la comunidad es básicamente regional, pero se realizan esfuerzos para ampliarlo mediante la Feria que coincide con la temporada vacacional.
Maurilio Morales Goche indicó que como parte de los atractivos de esta feria, se ha considerado la promoción medicina tradicional, así como de su gastronomía. Así también realizarán el ya tradicional concurso de artesanías de madera para el que en esta ocasión se cuenta con una bolsa de 56 mil 800 pesos que se distribuirán en las categorías de maestros artesanos y nuevos valores, mismos que participarán en las ramas de textiles y mueble tallado
De igual forma, el Gobierno del Estado, a través de la Casa de las Artesanías ha comprometido una compra de 50 mil pesos en diversas obras.
Sin duda alguna, en esta fiesta no podrán faltar la danza y la música que esta comunidad mantiene vigentes porque sabe y bien que son sus raíces, su esencia y su razón de ser.
Hoy por hoy Pichátaro es una auténtica comunidad indígena, de hombres y mujeres fuertes y vigorosas, que lucha por su identidad y su unidad, pues saben que el camino de las soluciones y esperanzas debe ser llevado en sus propios hombros.
Finalmente y ante presencia de autoridades municipales de Tingambato, el jefe de departamento de Capacitación de la Comisión de Feria, Manuel Rivera Aguirre, resaltó el trabajo que realizan en la comunidad de Pichátaro por preservar sus tradiciones.