Sentenciados a la pena máxima: 40 años de prisión
Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ/ URUAPAN, MICH./ LUN-31-MAY/ Cuatro miembros de una banda de secuestradores y homicidas que operaba en esta región, han sido sentenciados a purgar una condena de 40 años de prisión, la máxima establecida por el Código Penal de la entidad; se les acusa del secuestro de un niño en San Juan Nuevo cuyo cuerpo no ha aparecido, así como el secuestro y homicidio de otra víctima.
Los sentenciados son, Héctor Jesús Aguilar Flores (a) “El Lic”, de 21 años de edad, con domicilio en la avenida Juárez número 6 de la colonia San Francisco, en San Juan Nuevo.
El resto, Ricardo Córdoba Esparza (a) “El Ermitaño”, de 46 años, originario de Aguililla y con domicilio en la colonia Leandro Valle, en Apatzingán; Francisco Javier Aburto Gutiérrez (a) “El Javi”, de 17 años, originario de El Guayabo Colorado, municipio de Ario de Rosales pero con domicilio en la colonia Pénjamo, en Apatzingán, y Juvenal Ontiveros Espino (a) “El Juve”, de 25 años, originario de Arteaga.
Se les integra el proceso penal 257/2005, en el juzgado cuarto de lo penal, por los delitos de secuestro y homicidio, en agravio de Rodrigo Caballero Rodríguez y el menor Juvenal Rosas Rodríguez, por lo que han sido sentenciados a purgar una condena de 40 años de prisión, sin derecho a la libertad bajo fianza.
El 23 de noviembre del 2002, secuestraron al menor Juvenal Rosas, de 10 años de edad, cuando su familia estaba en una fiesta en un salón de fiestas de San Juan Nuevo y por la tarde el menor decidió regresar a casa, iba acompañado de un amiguito apodado “el chiquiado”. El 26 del mismo mes les llamaron y pedían un millón de pesos, tras varios días de negociación, se acordó el pago de 50 mil pesos, pero no se llevó a cabo la entrega.
Se presume le dieron muerte y sepultaron allá por el rumbo del puente El Marquez.
Otro secuestro fue el de Rodrigo Caballero Rodríguez, vecino de esta ciudad de Uruapan, a quien conocían y con engaños lo llevaron por el rumbo del cerro del Húngaro, en Apatzingán, el día 20 de mayo del 2003, tras golpearlo, lo sepultaron en esa zona y su cuerpo localizado el 11 de noviembre de ese mismo año de 2003.
La mayoría de ellos fueron detenidos en febrero del año 2005, recluidos en el Cereso de esta ciudad y recientemente sentenciados a 40 años de prisión corporal.