Inició el Primer Curso para la Vigilancia, Prevención y Control de la Cisticercosis y Teniasis, organizado por la Secretaría de Salud de Michoacán
BOLETIN 118/ MORELIA, MICH./ JUE-20-MAY/ El mantener una adecuada higiene en las manos y en los alimentos es la mejor arma para prevenir la cisticercosis, enfermedad que puede causar una grave discapacidad e incluso la muerte. Tradicionalmente se asocia su transmisión al consumo de carne de cerdo mal cocinada, pero actualmente se sabe que el principal agente transmisor es el propio ser humano.
Lo anterior fue dado a conocer en el marco del inicio del primer curso sobre Vigilancia, Prevención y Control de la Cisticercosis y Teniosis, organizado por el Depto. de Enfermedades Transmisibles por Vector y Zoonosis y el Hospital Infantil de Morelia. El curso fue inaugurado por el Secretario de Salud de Michoacán, Román Armando Luna Escalante.
Dirigido a personal de salud que trabaja en las áreas de epidemilogía, responsables de programa, químicos y médicos de primer nivel, su objetivo es propiciar el desarrollo de habilidades que permitan brindar la atención integral a personas expuestas o sospechosas de cisticercosis o teniosis.
La cisticercosis es una infección causada por la tenia porcina o taenia solium, un parásito en forma de lombriz aplanada cuyo hábitat natural es el intestino del ser humano. La taenia solium –también conocida como tenia o solitaria- está formada por numerosas placas denominadas proglótidos que se desprenden cada tres días y normalmente se arrojan al ambiente con las heces fecales. Cada uno de estos proglótidos puede tener hasta 60 mil huevecillos.
Si la persona portadora de la tenia o solitaria no tiene adecuados hábitos higiénicos, a través de sus manos puede contaminar agua, alimentos o ingerir los huevos, a partir de los cuales se desarrollarán unas larvas que formarán el cisticerco o quiste. Estos cisticercos pueden alojarse en los músculos de la persona, o en los ojos, pero es más común y peligroso que se alojen en el cerebro. Los quistes, dependiendo del número y del lugar del cerebro donde se hallen, pueden causar diferentes síntomas, desde mareos y dolores de cabeza intensos y constantes, hasta ataques epilépticos, pérdida de memoria, hipertensión intracraneana e inflamación del cerebro.
El cisticerco es una enfermedad que sólo se puede tratar en el nivel hospitalario, ya que debe ser atendido por especialistas en neurología y neurocirugía y para su diagnóstico se requieren costosos estudios de imagen. En algunos casos pueden tratarse con medicamento y en otros con cirugía, pero algunos casos no son tratables.
Aunque de forma menos frecuente que por el contagio humano, los huevecillos de las tenias también pueden ser adquiridos por el ser humano a través del consumo de alimentos crudos que hayan sido regados con aguas con presencia fecal, y que a su vez no hayan sido adecuadamente lavados y desinfectados.
Teniosis
En lugares en que no hay adecuadas condiciones de saneamiento e infraestructura (falta de drenajes y letrinas), los cerdos pueden llegar a estar en contacto con las heces fecales e ingerirlas. Si hay algún portador de tenia en la comunidad, estas heces llevarán huevecillos, que se desarrollarán en el estómago del animal, generando también cisticercos que se alojan habitualmente en el músculo (formando lo que popularmente se denomina granillo).
Si se ingiere la carne del cerdo con cisticerco sin estar adecuadamente cocinada, la persona puede ingerir también el cisticerco, que se romperá en su estómago y permitirá el desarrollo de una tenia, adquiriendo así una parasitosis denominada teniosis. Las personas portadoras de tenias pueden ser asintomáticas durante mucho tiempo, aunque en algunos casos experimentan bajada de peso y diarreas. Se estima que puede incidir también en la desnutrición, si bien no se ha comprobado científicamente.
La teniosis puede tratarse en el primer nivel de atención, con medicamentos antiparasitarios como el albendazol. Sin embargo, la persona puede ser portadora de una tenia durante mucho tiempo (llegan a vivir 25 años) sin darse cuenta, conviertiendose en un posible causante de cisticercosis en sí mismo o en quienes conviven con él si no observa las medidas de higiene necesarias.
Alto costo social
El curso iniciado hoy abordará los distintos aspectos de estas dos enfermedades, desde el ciclo biológico de la Taenia Solium al impacto en niños y adultos, su diagnóstico y tratamiento y las medidas de control. Aunque no es una enfermedad tan frecuente como otros problemas infecciosos, su persistencia está asociada a la pobreza y las malas condiciones de vida, aunado a hábitos poco higiénicos que favorecen su transmisión.
Sus repercusiones en quienes sufren cisticercosis y sus familias son graves, ya que los trastornos neurológicos que conlleva causan discapacidad e incluso la muerte. De ahí la trascendencia de cursos como éste, que busca sensibilizar al personal de salud sobre este problema e impulsar las iniciativas que permitan su prevención y tratamiento integral.