BOLETIN/ URUAPAN, MICH./ LUN-01MAR/ Conozco la historia de Adolfina, una mujer humilde, trabajadora y líder natural. En 1975 llegó a su colonia, una colonia de casitas de madera y hule. No tenían agua, ni luz; no tenían ningún tipo de servicios. Salir adelante día con día era, pues, una tarea y vida difícil. Adolfina se organizó con un grupo de mujeres para hacer que eso cambiara.
En 1984 logró meter el agua a su colonia. 35 mujeres cavaron las zanjas para meter la tubería que les había llevado el presidente municipal en turno; lograban hacer dos cuadras en un día. Adolfina ha tenido tratos con alcaldes, diputados, senadores, gobernadores e inclusive presidentes de la República. Hoy está enferma, pobre, viviendo de milagro. Recorre su casa a tientas, porque está abandonada y ha perdido la vista.
Buenos Días…. Saludos y Agradecimientos:
Senador Marko Cortés, Senador Francisco Sotelo, Diputada Guadalupe Calderón, Diputado Enrique Bautista, Diputado Wilfrido Lázaro, Diputada Gabriela Molina y finalmente Diputado Librado Martínez. Representante del Gobierno del Estado
A los dirigentes municipales del PRI, PAN, PRD. Delegado Cuauhtémoc Pedraza, Adriana Magaña y Galván.
H. Cabildo, a todos líderes sociales, a la prensa que nos acompaña y funcionarios municipales.
Amigas y amigos: muy buenos días, gracias por venir a compartir conmigo los alimentos. Gracias por estar aquí.
Los he convocado con el fin de que reflexionemos sobre el papel del líder: ¿cuál es el trabajo del líder? ¿En qué consiste? ¿Quién le paga? ¿Qué es lo que lo motiva? Un líder es la persona que guía a su grupo hacia una meta hacia un objetivo, pero… a él, ¿quién lo guía? ¿Quién lo inspira? ¿Quién le dicta lo que tiene que hacer?
Cuando hay un conflicto, cuando hay una disputa, cuando su gente no tiene comida, o agua, o tiene frío, o bien un grupo diferente lo amenaza… ¿quién lo empuja a ponerse al frente del peligro, a extender sus manos y proteger a su gente, arriesgándolo todo, incluso su vida? El líder es humano, pero parece estar hecho de otra madera. El líder es carne, huesos, piel y sangre, pero el corazón, las ideas y el espíritu son lo que realmente lo define…
Todos ustedes, amigas y amigos, y yo, somos líderes. Eso es lo que amamos hacer. Hemos contribuido a construir hogares, puentes, fábricas, organizaciones conquistando derechos, campos produciendo alimento, obras grandes y pequeñas, ciudades en constante desarrollo. Estamos ahí, activos, arrancando al gobernante en turno el beneficio para sus militantes. Estamos ahí, vigilantes, poniéndole un alto al gobernante prepotente, poniendo en su lugar al poderoso que trata de pasarse de listo.
Pero ¿cuál es su pago? en ocasiones algunos gobernantes, una vez que han sacado lo mejor de ustedes, les dan una patada, los botan y se olvidan, como el caso de Adolfina y nunca más se les vuelve a ver. Sólo en ocasión de la próxima campaña.
Amigos míos, la vida es extraordinaria. Aunque a veces te dé en la cabeza con un ladrillo. No cabe duda Dios existe, aunque a veces permita cosas raras, como que te metan a la cárcel sin deberla ni temerla, y el que te hagan sentir el terror de la indefensión. Esta medicina es amarga, pero yo me la tomé. Nunca perdí la fe. Pienso que Dios es maravilloso y le estoy muy agradecido por lo que me ha dado y porque fortaleció mi espíritu.
Ir a la cárcel me hizo revalorar mi vida. Reaprender y reacomodarlo todo y así como lo que tiene que ver con el corazón y no tanto con el cerebro, avaloré todo lo bueno que tengo: mi familia, mis amigos, mi trabajo…… ¡Si! ¡mi trabajo! al que amo tanto como ustedes aman el suyo. Pero cuando ese trabajo vale la pena, hay que hacerlo aunque mal te paguen. Por eso, amigos, nunca pierdan la fe.
Compañeros, yo, Antonio González, vengo ante ustedes con el corazón en la mano, para decirles que: Basta de mentiras, de discursos baratos, de política vacía, de demagogia. Basta de engañarnos, de ponernos trampas los unos con los otros, de utilizarnos. Es momento de hablarnos claro. Uruapan nos pide a gritos que paremos conflictos, que nos olvidemos de los cohechos, de los tratos viles, de los arreglos por debajito…
La sociedad quiere vernos trabajando, no tomando edificios públicos o tomando carreteras. Uruapan quiere a sus hijos yendo a la escuela en paz, quiere a sus jóvenes haciendo deporte, estudiando, llenando sus calles con gritos de alegría, en lugar de vagar por sus calles, delinquiendo, borrachos o llenando los anexos para drogadictos. Uruapan los quiere a ustedes, los llama a al trabajo, a la unidad, al dialogo, al respeto a la ley.
Los uruapenses quieren ver a sus líderes frente a sus militantes, organizándolos, proponiéndoles ideas nuevas y brillantes. Quiere verlos marchando frente sus grupos para decirle a su Presidente: ¡a trabajar! ¡La solución es simple, Presidente, hagamos equipo y vamos a trabajar!
Están aquí, frente a mí, los líderes naturales de Uruapan. Al hablarles a ustedes hablo a todo el pueblo. Les he convocado para proponerles que formemos una alianza, sí, una alianza sellada por la palabra trabajo, por la palabra diálogo. Yo quiero ser un puente, un vehículo entre ustedes y quien puede satisfacer sus necesidades.
El trabajo social de los líderes y su capacidad de organización son la varita mágica que tocaría y cambiaría el destino de nuestro municipio. Pero mientras se siga actuando sin rumbo, mientras todo mundo quiera una tajada, mientras se siga entendiendo el trabajo de los grupos como la oportunidad para sacar dinero, una chambita o una despensita, no se avanzará.
Se trata no de obtener un pescado, sino de aprender a pescar; se trata de ya no trabajar más de manera errática y a tontas y locas, sino guiados por un proyecto, por planes y programas. Por eso les he pedido que vengan. Para que nos comprometamos a construir un mejor municipio.
Hagamos un pacto, una alianza; hagamos un trato. Empeñemos nuestra palabra y la razón. Demos la cara, demos la vida. Uruapan ya no puede más.
Con nosotros unidos, ¡que se hagan a un lado los conflictivos! Con nosotros unidos, ¡que tiemblen los que amenazan el desarrollo de nuestro pueblo! ¡Renovemos a Uruapan, cambiémoslo, hagámoslo diferente. ¡Sí podemos! ¡Por Dios que sí podemos!
Los invito a que ¡Firmemos esta proclama y seamos los primeros en el estado. Estas son las acciones por las que en el país debemos ser ejemplo y por las que deseamos que nos recuerden!
Sí al dialogo, sí al trabajo, sí a la unidad.
¡Respetémonos a nosotros mismos, respetemos a todo ser humano, respetemos a las instituciones, respetemos la ley!
Por el Uruapan que todos merecemos.