MORELIA, MICH./ SAB-16-ENE/ Funcionarios de la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura (SAGARPA), incumplen con su responsabilidad de generar las condiciones de impulso al desarrollo de los diversos programas y campañas en materia agrícola, acuícola y ganadero al excederse en conductas burocráticas y actitudes de perfil político e incluso religioso, lo que a su ves conduce a procesos técnico-administrativos torpes en detrimento de miles de productores michoacanos.
La inseguridad en el cumplimiento de metas, sobre todo mantener una relación armónica con los productores organizados para avanzar en mejorar el campo michoacano a través de los más de 20 sistemas producto, ha generado incluso un vigoroso programa emergente pero de relevos en la delegación de la Sagarpa. En apenas dos años y medio han sido cuatro los cambios, sin un informe oficial y detallado de los motivos, simplemente los comunicados se refieren a “relevos institucionales”.
De esta forma, los informes oficiales en ese periodo dan cuenta de que el delegado Víctor Manuel García Gallardo fue sustituido por Alejandro Zuñiga Camacho quien a su vez fue relevado por Virgilio Bucio Reta y en la actualidad ocupa el cargo Esteban Cruzaley Díaz Barriga, “bajas” que ha sido acompañadas de otros relevos entre funcionarios de menor rango.
En cuanto a los expedientes que existen en la Secretaría de la Función Pública a raíz de quejas o denuncias de los productores por conductas presuntamente ilegales de funcionarios en esta delegación, estas permanecen “congeladas” con pocos avances. “Desconozco esos asuntos, no se de que se trata”, son las respuestas de los delegados ante los cuestionamientos de los medios.
De acuerdo a documentos de la propia Sagarpa- Michoacán los errores van desde carácter administrativo hasta operativo, por ejemplo en la más reciente convocatoria lanzada el pasado viernes para restaurar el Comité Estatal de Sanidad Acuícola del Estado de Michoacán, el documento publicado es confuso pues aunque inicialmente precisa el fin que se busca en este organismo auxiliar, al final se involucra a los organismos auxiliares pero de “sanidad vegetal”.
Los abusos o incapacidad de atender la misión de la Sagarpa en Michoacán también han afectado directamente a los productores y el más reciente caso se observo por parte del jefe de programa de fitosanidad, Alfonso Chávez, quien negó la participación del aguacatero José Nicolás Robles Monroy en la resestructuración de la Junta Local de Sanidad Vegetal en Uruapan.
El funcionario simplemente lo desecho al esgrimir que no debería estar organizado con otros productores, ello a pesar de que la propia Sagarpa destina recursos para que los hombres del campo cumplan estas metas.
El mismo funcionario, implica o involucra en sus acciones actos religiosos, concretamente, al ser parte de la secta “testigos de Jehová”, realiza sus informes o capacitación técnica con diapositivas alusivas a esta convicción y pide en tribuna la adopción de mensajes para la superación de problemas y el cumplimiento de metas. El más reciente caso ocurrió en el salón ejidal de de Taretan durante una reunión con productores de guayaba interesados en exportar a los Estados Unidos. “Sin cumplen con todos los requisitos entraran al programa”, sentenció en esa ocasión Alfonso Chávez.
La flexibilidad es unilateral en la Sagarpa, pues mientras en otros estados existe disposición de superar problemas, en Michoacán se pretende aplicar con extrema rigidez los lineamientos y reglas de operación y el caso actual se vive en el proceso de restructuración del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, abusos que han generado protestas de productores que podrían desencadenar en hechos radicales.